Quedan apenas cuatro días para que se acabe el año y es bastante probable que el ejercicio termine con una mala noticia: la tasa de inflación, medida por el IPC, puede terminar muy cerca del 3% repuntando varias décimas desde el 2,3% alcanzado en noviembre.
Algunos datos hacen pensar que la marcha de la inflación en diciembre, a pesar de las ofertas en algunos bienes de consumo para animar las compras navideñas, va a seguir su marcha ascendente registrada en los meses previos. En primer lugar la reciente subida de los impuestos especiales que gravan el tabaco va a tener una repercusión inmediata sobre el componente de alimentos elaborados, bebidas y tabacos, lo que significa que dejará sentir sus efectos no solo sobre la inflación general sino también sobre la subyacente, que explica mejor la tendencia a medio plazo del nivel de precios. Afi, Analistas Financieros Internacionales, señala en su último informe que este hecho ayudaría a explicar su previsión de que diciembre cierre con un 2,8% de inflación interanual, cinco décimas por encima del cierre del noviembre.
Además hay otro componente de los precios que está teniendo una fuerte tendencia alcista en los últimos meses: el precio del petróleo se ha disparado, hoy ha superado los 94 dólares por barril, al tiempo que el euro se mantiene en un tipo de cambio bajo respecto a la moneda estadounidense. Este nivel de precios del petróleo está teniendo su correspondiente impacto sobre los derivados del crudo de forma que los carburantes están alcanzando niveles máximos de precios, lo que redundará en un mayor nivel de precios general al cierre del 2010.
Esto significará una pérdida de poder adquisitivo de los salarios de cierta importancia ya que las revisiones salariales medias de 2010 se han colocado en torno al 1% mientras que la inflación media estará cerca del 2%.
Para el año próximo las perspectivas, al menos en el primer semestre, siguen siendo de una elevada tasa de inflación. Está previsto que hoy el Gobierno haga pública una subida del recibo de la luz cercana al 10% lo que, a pesar de que se congele la tarifa para un cierto número de consumidores finales, acabará repercutiendo en el IPC general.
Además, los analistas estiman que el precio del crudo se va a mantener al menos en los niveles actuales, si es que no continúa su escalada, y ello significa que durante los primeros meses del año el llamado ‘efecto escalón’ va a jugar a la contra. Efectivamente, en los primeros meses del año que ahora termina los precios de los carburantes estaban bastante más bajos que ahora y cuando, en el cálculo de la inflación interanual, se vayan sustituyendo meses con precios de las gasolinas bajos por meses con precios altos, la inflación de los últimos doce meses crecerá simplemente por ese efecto. Por eso en Afi estiman que no sería extraño que en algún momento se supere el 3% de inflación.
Para la segunda parte del 2011, si los precios de los carburantes se mantienen en los niveles actuales, se estima que la inflación general tenderá a bajar incluso por debajo del 2% de objetivo, lo que podría permitir que la inflación media acabara en torno al 2,2% y la subyacente se quedara en los niveles del 1,5%.
Un año más, con la congelación salarial de pensionistas y empleados públicos más la previsible escasa revisión de los convenios colectivos que se renueven teniendo en cuenta el elevado nivel de paro existente, parece evidente que las rentas salariales verán reducida de manera importante su participación en la riqueza global.
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