En concreto, el besugo se comercializa en la actualidad a 39,05 euros el kilo, frente a los 17,56 euros que costaba el pasado 15 de noviembre.

Los percebes y las almejas son otros alimentos frescos que han visto aumentar su precio de forma acusada entre el 15 de noviembre y el 22 de diciembre, con incrementos del 46% y del 44%, respectivamente, hasta los 89,32 euros y 25,06 euros por kilo.

En otros productos típicamente navideños como las angulas, el cordero, la pularda o las ostras, las subidas se sitúan entorno al 20% o 25%, mientras que el redondo de ternera y los langostinos presentan un precio más estable, incluso bajan su precio respecto a los días inmediatamente anteriores.

La OCU recomienda a los consumidores que se decanten por alternativas menos típicas y económicas, ya que a pesar de notar que los precios suben algo, lo hacen mucho menos que en los productos habituales.

Así, si en vez de besugo, con un 122,4% de incremento de precio, optasen por la lubina, el sobreprecio a pagar sería de un 16,4%, o  si en vez del cordero o la pularda, eligiesen un redondo de ternera, el sobreprecio sería de un 5,9%, al tiempo que si en vez de percebes o almejas, prefirieran tomar langostinos, sólo pagarían un 3,2% más que fuera de temporada.

Aunque los precios han ido incrementándose de forma casi constante desde el primer control de mediados de noviembre, el ritmo se aceleró más después del puente de la Constitución, según el informe de la OCU.

Por último, denunció que cuando las fechas navideñas se acercan, sobre todo en cadenas donde estos productos no son habituales, tienden a aparecer versiones más baratas de productos ‘de lujo’, que «pueden llevar a engaño al ojo inexperto».

Así, la OCU puso el ejemplo de los percebes marroquíes y ostras japonesas en supermercados e hipermercados. «No suelen engañar sobre su procedencia, pero atención: su precio más bajo no se debe a una gran oferta, sino a que son productos distintos», advirtió.