PSC y PP se disputan su aval a Artur Mas

17/12/2010

Josep M. Orta. La sesión constitutiva de la novena legislatura del Parlament empezó a revelar algunas incógnitas: Artur Mas será elegido la próxima semana, en segunda votación, gracias a la abstención bien del PP, bien del PSC o acaso de ambos.

La elección de la Mesa del Parlament el pasado miércoles permitió desvelar algunos indicios de cómo transcurrirá la legislatura. La aportación de votos tanto socialistas como populares para la elección de Núria de Gispert como presidenta de la Cámara y que CiU, PSC y PP se repartieran todos los puestos de la mesa dejando sin representación en este organismo a ERC, Solidaritat Catalana y Ciutadans . Esta votación puso en relieve que los dos principales partidos de la oposición quieren evitar que sean las minorías radicales los que aporten los seis votos necesarios para que CiU logre investir a su candidatos Artur Mas como presidente. Los dos principales partidos de la oposición han anunciado su voto negativo en la primera sesión de investidura donde se requiere la mayoría absoluta de la Cámara pero ambos barajan permitir la elección de Mas en la segunda vuelta cuando basta que los votos positivos superen a los negativos.

El panorama que se dibuja es cuál de los dos partidos será el que contribuya a influir en las propuestas legislativas que haga Mas y evitar que este quede prisionero de los grupos minoritarios. Además es una apuesta de futuro donde las tornas se pueden cambiar. El futuro presidente ha prometido muy poco tanto en la campaña como en su programa electoral. Su gran apuesta es tratar de conseguir el concierto económico, pero esto sólo es un desiderata. Posiblemente el futuro president se dejará querer por unos y otros, lo que le previsiblemente le permitirá gobernar con bastante comodidad.

Los convergentes aspiran a que en las próximas legislativas nadie logre en el Congreso la mayoría absoluta y los votos de los diputados convergentes sean decisivos para mantener en el gobierno a los socialistas (que queda vez está más claro que propondrán otro candidato a la presidencia) o a los populares. Ello implica que ambos partidos pretendan “ganarse” en el Parlament el favor de Mas. Es su inversión de futuro.

Además el PP catalán necesita urgentemente lavarse la cara ante una gran parte de los catalanes, por qué muchos lo consideran como el “enemigo de Catalunya”, bien por su oposición a todo lo que consideran catalanista, bien por su deriva hacia los planteamientos más reaccionarios. Y es problemático que un partido que aspira a gobernar en España su influencia en una comunidad como la catalana sea mínima.

También los socialistas necesitan recuperarse y ganar una credibilidad perdida. Tienen prisa para lograrlo ya que todos los indicios apuntan a que en las próximas municipales sufrirán un duro revés (y sus pugnas internas no facilitan esta labor) Mientras en medios politicos se señala que tras la invasión a Catalunya de los principales dirigentes de estos dos partidos durante la campaña, no han vuelto a aparecer.

Por cierto extraña que el PSOE no haya aprendido de la derrota de sus socios catalanes como si este revés no fuera con ellos y que la denuncia del aún presidente en funciones, José Montilla, responsabilizando también a los dirigentes de la calle Ferraz o del Gobierno de su derrota parece que ha caído en saco roto.

Con este mapa político parece claro que la influencia de los tres grupos minoritarios de la Cámara tendrán un papel muy secundario.

Y en este contexto los sectores económicos catalanes están tratando de sacar el máximo provecho de las ventas navideñas mientras esperan a tomar decisiones más importantes a que Artur Mas clarifique en el debate de investidura cuales son sus intenciones. De momento ven con esperanza la prudencia y el realismo con la que está actuando el futuro presidente.

FRAUDES FISCALES

En este marco no ha pasado desaprecibido la presunta implicación de la familia Carulla, propietaria de la empresa de alimentación Agrolimen, de las investigaciones que está llevndo a cabo Hacienda por una supuesta evasión millonaria de impuestos en paraísos fiscales. De los seis hermanos propietarios de esta importante empresa familiar, uno de ellos, Montserrat Carulla, es la presidenta del Orfeó Català, propietaria del Palau de la Música, que sustituyó a Félix Millet tras el escándalo económico de la citada entidad cultural.

ALCALDADA

Por otra parte el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu ha vuelto a indignar a los barceloneses al dar marcha atrás a su proyecto de remodelar las típicas “pajarerías” de las Rambles y reconvertirlas en tiendas de artesanía. Nueve de las once pajarerías existentes ya habían realizado las obras para reformular su negocio y el Ayuntamiento había invertido 240.000 eurosen esta remodelación. Hereu dio marcha atrás a su anterior decisión asegurando que “fue equivocada y por ello se tiene que cambiar”. El Ayuntamiento quiere negociar una solución con los afectados pero las indemnizaciones que tendrá que afrontar puede ser elevadas. La oposición municipal le faltó tiempo para criticar al alcalde. Desde la pregunta de Xavire Trias (CiU) de ¿quien es el incompetente que ha estado en esto? Hasta el popular Alberto Fernández Díaz que acusó directamente al responsable de esta actuación de “despilfarro”.

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