En principio, casi todos los apartados de la hipoteca son negociables, nos cuentan los abogados de John Lawyer (www.johnlawyer.es). Evidentemente dependerá de sus dotes de negociador y sobre todo, de su grado de fidelización con la entidad: a mayor disposición a contratar otros productos (seguros, cuentas, planes de pensiones), más generoso se mostrará el banco o caja. Veamos cuáles son los aspectos que no debe dejar de negociar:
.- La comisión de apertura: según los expertos de John Lawyer, es uno de los apartados más flexibles llegando incluso a desaparecer. Así que ¡peléelo duro!
.- Comisión de amortización anticipada, cancelación anticipada y subrogación: estos puntos son más difíciles de negociar porque el banco dejaría de cobrar parte de los intereses pero no por ello deje de insistir. Puestos a pedir, interesa más no tener comisión por cancelación anticipada (para los pagos puntuales que pueda hacer) que por cancelar anticipadamente toda su deuda, que será menos probable.
.- Diferencial respecto al Euribor. Uno de los aspectos fundamentales a negociar porque incidirá directamente en lo que {destacado}pagará mes a mes. En este caso, es importante la disposición que tengamos para contratar otros productos complementarios en la entidad. Ninguna entidad concede solamente el préstamo hipotecario y exigen la domiciliación de la nómina como requisito esencial para su concesión. Pueden añadir también la domiciliación de recibos, contratación de tarjeta de crédito, algún tipo de seguro de vida o seguro del hogar, e incluso un plan de pensiones. “La norma general es que cuanto mayor número de productos adicionales contrates mejores serán las condiciones que te ofrezca la entidad. Esta situación complica el análisis de cada oferta ya que hay que estudiar cada producto individualmente para ver si es mejor, igual o peor que la media del mercado. Se debe tener en cuenta que no siempre nos puede compensar contratar unos productos adicionales para conseguir una rebaja del diferencial al aumentar el coste total por el precio del seguro, plan de pensiones, etc”, cuentan en John Lawyer.
Es importante presionar con las ofertas de otras entidades, “aunque debido a la situación económica actual ya no se puede usar la amenaza de marcharse a otra entidad, porque conocen la limitación de crédito existente”, dicen.
.- Cláusula suelo. Esta clausula también es negociable, pero lo normal es que vinculen su rebaja a la contratación de productos adicionales o al aumento del diferencial.
.- En cuanto al impago es lo peor que puede suceder, aunque sólo sea de una mensualidad. “De forma cuasi-automática te incluyen en el Asnef y las entidades bancarias prácticamente se desentienden del cliente, pasando la gestión del cobro a departamentos externos y a abogados”, explican los abogados. Por ello, ante la menor sospecha de que se puede dejar de pagar una mensualidad, lo mejor es iniciar cuanto antes la negociación e intentar ampliar el plazo del préstamo hipotecario pagando más intereses y menos capital, o, intentar una rebaja del diferencial. Si la entidad no cede conviene hacerle ver que hay un riesgo de caer en el impago. “La entidad puede flexibilizar su postura, si la tasación lo permite, y preferir seguir cobrando intereses teniéndole como cliente que ampliar su cartera inmobiliaria”, finalizan.
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